|
Definida como ‘falta, no abundancia’, la escasez, principalmente de comida, ha sido el patrón más común en la historia de la humanidad; antiguamente, porque la capacidad de producir alimentos era inferior a las necesidades de las sociedades primitivas; hoy, porque, aunque nuestra civilización ya cuenta con condiciones materiales para alimentar a todos, las dificultades son de orden político y económico.
Hoy tenemos otras escaseces, como la de petróleo, cuyos precios se disparan periódicamente, las de muchas materias primas y la del agua, que es un bien precioso pero difícil de obtener en muchas comunidades.
La palabra proviene del adjetivo escaso, que en el siglo XIV significaba ‘mezquino’, ‘tacaño’, para luego pasar a ‘no abundante’, ‘que existen en cantidades menores que las necesarias', y que, a su vez, nos viene del latín vulgar excarsus ‘entresacado’, y este del antiguo excarpsus, participio de excerpĕre ‘entresacar’, ‘sacar de entre muchos’, derivado de carpĕre ‘coger’, ‘agarrar’.
|
