La receta más antigua para la elaboración de cerveza es la que se encuentra en el llamado Papiro de Zósimo de Panópolis, que data del siglo III. Fue encontrado en Egipto, escrito por Zósimo de Panópolis, el primer alquimista documentalmente reconocido. Parece ser que los egipcios elaboraban la cerveza a partir de panes de cebada poco cocidos que dejaban fermentar en agua. Documentos sumerios fechados cuatro mil años antes de Cristo muestran referencias a la bebida de cereales fermentados en Mesopotamia y fueron hallados en Godin Tepe, en el antiguo Elam (en el actual Irán). En Babilonia, el consumo de cerveza era tan grande que obligó al rey Hamurabà a reglamentarlo en su Código, para proteger a los bebedores contra las maniobras de los taberneros deshonestos, con lo que se convirtió en la primera ley de defensa del consumidor de la historia. Entre los caldeos, la cerveza era ofrecida en tributo a los dioses. Según narraciones de algunos cronistas de esa época, cuando Nabucodonosor se aburrÃa de sus concubinas, solÃa matarlas ahogándolas en cerveza. Los celtas conocÃan su elaboración, y era su bebida favorita. Llevaron consigo este conocimiento cuando se extendieron por la PenÃnsula Ibérica, y su consumo se expandió muy pronto entre los pueblos aborÃgenes. En el Imperio romano, Plinio relata que los galos llamaban cervesia a la bebida. Brasce era el grano usado para fabricarla. Brasce dio origen en francés a brasseur ‘fabricante de cerveza’ y a brasserie ‘cervecerÃa’. Durante la Edad Media, los monjes fabricaban las mejores cervezas, conocidas en bajo latÃn como cerevisiæ monacorum, elaboradas hasta hoy en algunos paÃses europeos bajo el nombre de ‘cervezas de abadÃa’. El año 1516, el duque Guillermo IV de Baviera redactó la primera ley que fijaba qué se entendÃa por cerveza. Esta ley de pureza (Reinheitsgebot) establecÃa que solamente podÃa utilizarse agua, malta de cebada y lúpulo para elaborar la cerveza. Esta definición es la que describe aún el estándar de cerveza en la mayor parte del mundo. De la cervesia de los galos derivó cervoise, como se llamó la bebida durante varios siglos en idioma francés. Las primeras referencias en español datan de los siglos XV --como cervesa-- y XVI --ya con la forma actual. El francés bière, el italiano birra, el inglés beer y el alemán Bier provienen del latÃn bibere ‘beber’.
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