La macrobiótica es una dieta basada en creencias sobre los tipos de alimentos, sus propiedades y combinaciones recomendables, basada en ideas del budismo zen. Supuestamente, esta dieta balancea los principios que en el taoísmo se han llamado yin y yang.
Las recomendaciones más importantes de la macrobiótica consisten en reducir la ingestión de productos de origen animal, privilegiar el consumo de frutas de estación y comer con moderación.
La entidad Cancer Research UK, del Reino Unido, comenta que “algunas personas creen que practicar un estilo de vida macrobiótico puede ayudarlos en la lucha contra el cáncer y curarlos, pero no existe evidencia alguna” que sustente esta creencia. El destacado nutricionista estadounidense Fredrick J. Stare (1910-2002) de la Universidad de Chicago, advertía que “no existe la menor evidencia de que las dietas macrobióticas puedan ser útiles en la lucha contra el cáncer o contra cualquier otra enfermedad”.
La palabra nos llegó desde el inglés macrobiotics, formada por el prefijo macro- (grande) y el griego βιωτικός (biōtikós) 'relativo a la vida'.
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