El nombre del número cuatro nos viene desde la prehistoria y es la base de una numerosa familia de palabras. Cuatro llegó a nosotros a través del bajo latín quatro, quattro o quattor, y estas tres formas, del latín clásico quattuor, tomada del indoeuropeo kwetwer-, kwetwor- ‘cuatro’. Dio lugar a palabras aparentemente tan remotas como cartabón, carné*, cuartel*, escuadra* y trapecio, además de otras más obvias, como cuadro, cuadrado, cuaderno*.
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