Desde hace miles de a?os, la forma de una sortija llam? la atenci?n de los hombres a pesar de su simplicidad o, tal vez, precisamente por causa de ella. El origen de la palabra sortija es el lat?n sort?cula, diminutivo de ?sors? (suerte, destino), que tambi?n se empleaba para denominar las papeletas de votaci?n. Pero los anillos se han usado, adem?s, para adivinar la suerte, de modo que en cierta ?poca, a sort?cula le cupo tambi?n ese significado. Por otra parte, recordemos que los caballeros medievales se lanzaban a caballo a toda velocidad en una dif?cil prueba que consist?a en ensartar un anillo en la punta de su lanza, un juego que practican hasta hoy los gauchos rioplatenses o sus imitadores.
La sortija conquist? su fama entre los antiguos por el hecho de que no tiene principio ni fin, por lo que los egipcios la adoptaron como s?mbolo del car?cter permanente de la uni?n matrimonial y hace m?s de tres mil seiscientos a?os inauguraron en el valle del Nilo la costumbre del intercambio de alianzas entre las parejas.
Se cuenta que An?bal el Cartagin?s -que por varias d?cadas fue el enemigo m?s temido de los romanos- despu?s de derrotarlos en la batalla de Cannas, a orillas del r?o Aufidus en 216 a. de C., envi? a Cartago tres arcas repletas de anillos romanos de oro.
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