Proviene del griego epeisódion, que en el teatro helénico era el nombre de todo el recitado que ocurría entre dos entradas sucesivas del coro. Formada por ep- ‘además’, éis ‘que entra’ y hodós ‘camino’. Esta palabra, que está registrada en español desde el siglo XVI, ha incorporado, además, el significado de “incidente, suceso enlazado con otros que forman un todo o conjunto”, como en el siguiente trecho de la novela Amalia, del escritor argentino José Mármol: Pero sí bajará su frente, avergonzado de que la alta figura que haya que dibujarse en el gran cuadro de ese episodio lúgubre de nuestra vida, sea la figura de Don Juan Manuel Rosas.
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