El verbo latino tacere significaba ‘callarse’, ‘permanecer en silencio’ y dio lugar al verbo francés taire ‘callar(se)’. En castellano se derivan de tacere palabras como tácito y taciturno, además de reticencia, a la que se refiere este artículo. Reticencia es una figura retórica que consiste en ‘dejar incompleta una frase, dando a entender, sin embargo, el sentido de lo que no se dice, y a veces más aún’. La palabra reticencia proviene del latín reticere ‘callar alguna cosa’, formada mediante tacere precedido del prefijo re-, que en este caso tiene el sentido de ‘retraerse hacia dentro’. El cambio de a a i al pasar de tacere a reticere se llama ‘apofonía’ y ocurre con frecuencia en las raíces latinas.
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