Es un instrumento formado por dos hojas de acero, que son cuchillas de un solo filo, y con un ojo para pasar los dedos en el remate de cada mango. Estas hojas giran alrededor de un eje que les sirve de traba y, al cerrarlas, cortan lo que se pone entre ellas.
La palabra tijera o tijeras aparece por primera vez en español en el Cantar de Mio Cid, más precisamente en el verso 1240 del segundo poema, «Cantar de las bodas», en uno de los varios pasajes en que se destaca la lealtad que el héroe profesaba a su rey, una de las virtudes más apreciadas en su tiempo:
Por amor del rey Alffonsso que de tierra me a echado
nin entrarie en ela tigera ni un pelo non avrie tajado,
e que fablassen desto moros e christianos
Las primeras tijeras se hicieron para la esquila; de ahí su nombre, que deriva del latín forfices tonsorias, precisamente 'tijeras de esquilar', nombre que, a su vez, proviene de tondere 'esquilar'. En castellano se dijo también en algún tiempo tiseras, presumiblemente por contaminación con el francés ciseaux, que proviene, a su vez, del cruce del latín caesorium 'de cortar' con incisus 'cortado'.
En América se usa generalmente en singular, mientras que en España se prefiere el plural.
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